jueves, 1 de octubre de 2015

Inversión Publica By Iña






Inversión Publica

En la pulperia siempre estaba igual a esa hora, la luz comenzaba a entrar por la ventanas pasaba el de los diarios y el del las medialunas, hacíamos el café y esperábamos un cliente, en nuestro paraje no eran frecuentes ,solían pasar amigos, vecinos , mangueros y hombres de bien que pagaban lo justo y alguno se echaba quizá una propina..
Cada hora hora y pico pasaba rápido sobre nuestra calle alguna camioneta o camión, levantando una nube de humo terrestre que entraba por abajo de la puerta por todas las hendijas era molesto limpiarlo una y otra vez ,pero tampoco había apuro el tiempo pasaba lentamente en nuestro paraje , la música infaltable compañera , sonaba en las manos de Maria , que tocaba el piano desentendida de mi divagar esperando un amigo, un vecino, alguien que cruzara la puerta.
Pero el tiempo no pasaba , el diario si , pero no le prestaba mucho atención.. pasabas las paginas,  miraba la ventana donde veía un árbol , una bicicleta , el cesto de la basura que había echo un herrero con un arado abandonado.. Suspiraba , resoplaba , apoyaba mi cabeza en mi mano con el codo en el mostrador y cerraba los ojos me dormía hasta que una mosca rondaba mi oreja y los abría. Cuando me desesperezé , me relaje y atine a volver a cerrar los ojitos.
Sonó la puerta arrastrándose y las bisagras chirriantes.
Hola buen hombre -Dije
Hola , buen día podría ser un café con medialunas por favor.
Si,tome asiento enseguida se lo traigo -Atento
Al ratito se lo traje junto con el diario.
El hombre se había sentado junto a una ventana en diagonal a mi con vista a la calle, parecía tranquilo. No lo conocía de ningún lado.
El piano parecía olvidado pero estaba ahí sonando..
El hombre me miró me hizo un gesto con la mano y me acerque ,dijo - No me acompañaría con un café, no me va a decir que esta ocupado.
Bueno, porque no , me lo prepare y me senté a un lado del tipo.
-Mi nombre es Buennazzo dijo y siguió  sabe mi mujer, mis hijos, los muchachos, el país , el fútbol me tienen loco..
Yo escuchaba, lo escuche durante horas.. hasta que el pedido llegó, era el fiambre.
Me desentendí del hombre y seguí con mis quehaceres.
Ordene y seque la vajilla , acomode un poco las cosas del escritorio , charle un rato con Curro que llegaba a horario a su turno de la mañana en la cocina.
Se hicieron las 12 , y comenzó a llegar la gente para almorzar. Atendimos a todos muchos conocidos de siempre, Maria tuvo que dejar el piano para ayudarme. Pero anduvimos bien , Buennazzo almorzó , se tomó una copa , me deseo las muchas gracias y se fue..
Buennazzo vino muchas veces más se hizo un habitué del boliche.. y de contarme sus pesares , anécdotas fallidas o heroicas. Hablaba mucho Buennazzo pero era entretenido en fin nos hicimos amigos.
Luego un día de diciembre,  que el llego y me encontró despotricando contra la calle de tierra , decía yo que se había embarrado todo, entonces venia menos gente , era un asco como va a venir alguien , mira lo que es esto? la gente se queda varada , y el polvo como contracara cuando no llueve que entra por todos lados nos la pasábamos barriendo , estando tan cerca del asfalto que les costaba hacer dos calles más hasta alcanzar el 1500 de la altura , nuestra altura, nos dejaron afuera pero sabes las veces que hable con el Intendente, le pedí por favor si podía hacer algo , porque cuando llueve es un desastre. Pero ni bola.
Buennazzo me escuchaba, como lo escuchaba yo ,siempre.
No dijo nada, asintió.
Al la semana llegó al local y me encuentro con un hombre de mameluco enfrente del boliche haciendo medidas .me dice ser maestro de obra e amigo de Buennazzo que piensa hacer las dos calles de asfalto sin costo alguno, como un regalo para mi y para los vecinos de la zona de parte de Buennazzo. Que terminarían en dos unas semanas. Me quedé boca abierto. Rezongue un poco porque con  la obra iba ser difícil trabajar por dos semanas pero los deje. Como iba a rechazar tan buena ofrenda.
 Buennazzo siguió viniendo muchas veces a tomar café y charlar, el día del estreno, del fin de la obra hicimos la ceremonia cortamos una cinta en la puerta nos sacamos una foto juntos, Hice un cuadro y allá estoy con Buennazzo en esa pared.
Desde se día no le cobramos más pero a veces todavía insiste con pagar.
Verdaderamente fue un cambio para nosotros ahora somos parte de la ciudad.

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