viernes, 12 de junio de 2015
De frente mal, Reincidentes Por Iña Perez Vizzon
De frente mal, Reincidentes Por Iña Perez Vizzon
Detenidos en el tiempo, gente en movimiento rodeando nuestro alrededor, seis bancos tres de un lado , tres del otro.
Piedras, puchos, un volante de sexo con esa increíble mina que nunca está, hormigas, tierra, ramas, pequeñas flores amarillas y mugre ,todo sobre pasto entre adoquines.
Cinco árboles alineados tal cual formación de fútbol, cubriéndonos.
Mientras tanto Porro y yo esperábamos a que llegara Fuego, los autos pasaban y no aparecía, nos dimos cuenta de todo, no iba a venir.
Giramos una y otra vez la cabeza, y no encontramos a nadie.
Nos levantamos y fuimos a por él.
Pronto llegamos, entramos, paseamos y nos encontramos con Cerveza. La miramos, dudamos, volvimos a mirarla, y ahí estaba, la tomamos y seguimos. Luego tomamos a Fuego.
Todos juntos volvimos, nos sentamos en el mismo lugar, ahí fue cuando Fuego abrió a Cerveza y llego el primer trago, en eso a lo lejos venia Libro, llegó nos saludo a todos y comenzó a decir un montón de cosas, todo entre trago y trago, estábamos cada vez mas interesados.
Fuego se sumo a la charla e interrumpió a todos y encendió a Porro.
La charla seguía intensificándose.
En esos escuchamos un chillido y luego otro, todos nos alteramos y miramos hacia donde parecía venir el sonido, nos encontramos con dos gatos negros que se disponían a pasar uno frente al otro, parecían tensos se miraban, el clima era de niebla, igual nada sucedió se cruzaron y cada uno siguió su camino.
Fuego intentaba encender la charla pero no había caso, estábamos dispersos, en ese mismo instante uno de los gatos negros uno pequeño y hermoso, nos miro fijo , lo miramos y miro hacia otro lado , dejamos de mirarlo pero al rato volvimos a hacerlo ,nos miro, y se movió unos metros , merodeando de apoco se acerco , hasta colocarse bajo un banco de los seis, justo él de enfrente al nuestro, entonces él lo hizo, nos miro con su cara especial, su carita se derretía en ternura , quedamos embobados mirándolo, desaseándolo , amándolo, seguíamos mirándolo, mientras pensábamos que hacer, la conexión parecía llevarnos hacia él. Cuando la situación parecía que iba a superarnos, caímos a la realidad, no podíamos llevarlo con nosotros a casa y no podíamos cambiarlo, ya no podíamos seguir mirándolo, así que dejamos de hacerlo.
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