Yo que digo: el pobre, con la corona de oro y diamantes ajustándole el cráneo , se tiraba indispuesto sobre el trono real , puteaba los brujos , a los dioses , a las mujeres de turno , no conocía otra alegría que la de andar mamando entre la gente de la tribu y pensar en la felicidad de Argentina en época de los ingleses, veinticinco abriles volver a tenerlos , to bring the dead to life
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