Stanley Jordan y el empate del prócer , pasado presente y futuro , la vorágine del tiempo , a la salida del trabajo con todo el trajín del día, nada como descomprimir con una cerveza , los tiempos que corren son los de los precios locos fluctúan no son los marcados suben y bajan según el algoritmo , la economía de libre mercado más libre que nunca , un envase , si un envase puede hacer la diferencia en los precios , andar con uno en la guitarra como en la juventud sinceramente me avergüenza pero bien le vendría a mi bolsillo , ahí acompañando al termo acurrucado vacío de contenido meciéndose en este calor sofocante del verano porteño y argentino , provinciano como esas tardes que amaba pasar con mate y birra justamente , con folklore , chámame o rock y blues , según el ánimo , de que iba la ironía de esta historia tan simple como real , ah si salía del trabajo sediento de placer en el cerebro como solo homero en los Simpson ejemplifica en esa escena del capítulo que la memoria olvida pero recuerda cuando otro simpsonero convive horas con uno , claro la historia , si la historia sin comas ni punto porque igual se entiende , salía deambulaba me embarcaba en un subte B sin aire , bastante lleno , casi sin lugar para leer , donde me transportaba por esos 20 min a un mundo surreal que me abstraía de la sed de birra, pero eso pasaba rápido ya bajaba y volvía recordar que tenía que comprar una cerveza , no tenia envase y siempre había que ahorrar , modo ahorro como cuando andas flojo de batería en el celu.
Una pausa para que respiren , ahí estamos salimos del subte buscando birra , cada vez que iba a un súper la nafta subía , entonces volví a meditar la de llevar un envase en la mochila pq la de 750 ya no alcanzaba , en mi deseos soñaba encontrar un envase tirado y así todo cuadraba , compraba un litro no me quedaba corto y ahorraba , ese día llegó por eso lo escribo , aunque dude por el final, así fue entonces en una parada del bondi estaba Stella con un culito , al verla no dude la tome y la vacié y dije hoy es mi día salí para el súper hegemónico donde está la papa , llegue y cambie mi envase por un ticket , amable el seguridad , una cola de locos , resignado con el auricular de aliado todo pasa mas rápido , mire los precios pero nada es lo que parece hasta llegar al infrarrojo , hice un cálculo mental de más o menos lo que iba a gastar , al pasar por caja estaba en el rango , camine unas cuadras y como es costumbre mire cuanto finalmente salía la sed , y ahí note la novedad , la chica en su salsa por razones operativas o quién sabe , me cobro el envase por lo tanto en vez de ahorrar pague de mas, lo que soñaba con evitar se desvanecio , volver era una odisea , primero reclamar no es del todo mi estilo y de solo pensar la cola y la gente a irritar , me la comí como un duque , usted dirá qué sentido tiene escribir esta historia tan cotidiana , ninguna , pero quien me quita lo bailado , un momento sin tiempo. Ganar y perder todo los días pesos plumas. ¿Hacen la diferencia?