domingo, 31 de marzo de 2019

Sobre Enrique Santos Discepolo

Jose Gobello , Lunfardista



¿Era el de Discepolo un espíritu religioso? Confieso que, acerca de esta materia, me interesan poco o nada los testimonios de quienes fueron sus parientes o amigos.No son las actitudes de la vida cotidiana las más aptas para revelar preocupaciones metafísicas. Discépolo no era un letrista, ni un industrial del tango.Era, y de esto no cabe duda, un poeta; uno de los más hondos poetas de Buenos Aires. El testimonio de su poesía es, para mí, más relevante que cualquier otro. Un artista se da menos en la amistad y en el amor que en su propia obra. En ella refugia el yo íntimo, el yo profundo, el yo verdadero, del que el otro el que se exhibe en la calle y dialoga en el café y palmea a los amigos es solo un disfraz. Visto a través de sus tangos, Discépolo aparece como un espíritu angustiadamente religioso. Es claro que en Malevaje alardea el habitual desenfado sobrador del porteño ; el pudor que se esconde tras el desplante de considerar a los actos del culto como meras ingenuidades femeninas.